En la jornada de ayer se observó que las placas de viento que se formaron en los últimos días en la zona alpina ya no están reactivas. Estas llegaron a ser grandes en lugares específicos de la zona media y la zona alpina que ya contaban con base. Con la bajada muy abrupta del nivel de la isoterma cero grados y las temperaturas bajas desde ayer observamos que en un manto que no es muy grueso todavía se produjo un gradiente fuerte de temperatura en la capa superficial. En función de la cantidad de aire que tenga esta capa superficial, que varía espacialmente, vemos que comenzó una transformación de nieve seca que genera un facetamiento. Esto derivará en una capa débil persistente que probablemente determine los niveles de peligro de las próximas semanas cuando lleguen nuevas precipitaciones.  Nuestro hueco de información es encontrar la distribución espacial de esta capa débil.

A pesar de que esta última tormenta cambió el aspecto de las montañas en el área de cobertura del boletín, observamos que sigue habiendo una gran cantidad de obstáculos descubiertos y las trampas de terreno están muy marcadas todavía. 

Juan Pablo López– CIAv